Para
algunas personas este artículo puede ser polémico, debido a que el Pit Bull es
una de las razas catalogadas como peligrosas. En Familia Canina creemos que no
hay razas peligrosas, ya que los perros son el reflejo de los amos; y estos en
ocasiones no saben criar a su perro, tratándolo como si fuera un humano y frustrándolo
por no darle el cuidado que requiere el animal. Cuando esto sucede, el perro
entra en un desequilibrio mental, lo que no le permite socializar ni
comportarse como un perro normal.
El
Pit Bull es un animal fuerte, atlético y demasiado inteligente. Anteriormente,
en los inicios de la raza, tenían la tarea de cuidar a los niños de la Familia.
Esto se lograba satisfactoriamente porque se le daba la tarea al perro, se
integraba a la familia, involucrándolo en tareas cotidianas. En la actualidad, no damos participación ni dedicamos tiempo a interactuar y/o
satisfacer las necesidades de nuestras mascotas. Con 45 minutos diarios de intenso
ejercicio, el Pit Bull y razas fuertes, podrán generar una disciplina deportiva
y canalizar su energía; siendo perros más tranquilos, saludables y
felices.
La
llegada de un nuevo miembro a la Familia siempre causa felicidad. Para que
exista una sana convivencia y respeto entre nuestros hijos y mascotas; es
necesario tener un animal equilibrado, saludable y feliz. De lo contrario, no
deje solo a su bebe o hijo pequeño con su perro, no importa la raza.
Lo
primero que se debe hacer es la presentación del nuevo miembro a la manada. Hay
que dejar que los perros se acerquen a olfatear al bebe. Es importante no
excitar al animal con mimos u otros sonidos que puedan hacer que reaccione
efusivamente, pues lo que se quiere es un momento tranquilo. Esto quedará en la
mente del perro y cuando se vuelva acercar al bebe lo hará de una manera
sumisa.
Seguido,
se delimitará un circulo invisible; el cual los perros no podrán pasar. Esto es
para evitar que puedan lamer o pisar al bebe en caso de que sea muy pequeño o ya este gateando. Nuestras mascotas pueden desarrollar comportamientos
posesivos, donde el animal reclama como suyo el objeto o persona; esto se ve en
perros altamente dominantes, que no respetan la jerarquía humana. Hay que
dejarle claro a nuestra mascota, que el nuevo miembro de la familia no le
pertenece y se debe respetar, no lamer, no montarlo, no morder, no sentarse ni
pasar sobre él, respetar su espacio o
circulo invisible, entre otras.
Es
normal que los perros se vuelvan más territoriales con la llegada de un nuevo
miembro a la Familia, y en ocasiones le ladren a personas desconocidas. Pero ¿qué hacer cuando mi mascota no respeta a un miembro de mi familia? Recuerde
siempre que usted debe ser el líder de su manada, donde su perro lo debe ver
como una autoridad. Así como respetamos a nuestro perro y le enseñamos a
nuestros hijos a hacerlo, es importante que nuestra mascota también respeta a todos
los miembros de la Familia. En caso de que esto no suceda, hay que dominar al
animal y someterlo; esta técnica consiste en acostarlo y dejarlo panza arriba.
No se pretende lastimar al animal, hay que estar firmes hasta que podamos
ponerlo completamente en la posición adecuada. Usted se dará cuenta que el perro
esta tranquilo y sumiso cuando empiece a jadear o bostece.
Para
finalizar este artículo, queremos resaltar el compromiso y amor incondicional
que puede brindar un Pit Bull bien educado y tranquilo para toda la Familia.
Recuerde que los perros serán el reflejo de sus amos. Como esta el mundo
actualmente, y con tantas noticias de personas desquiciadas que abusan de los
niños, confiamos más en dejar a nuestros hijos en compañía de nuestros Pit
Bulls, que con los vecinos.
IMPORTANTE: Si usted no confía en su mascota y
considera que su perro no esta completamente educado o listo para dejarlo
interactuar con su hijo, No lo haga. No importa la raza, los perro más
agresivos y con mayor reportes de ataques a niños, son los de razas medianas y pequeños.
Ya que estos animales no son adiestrados correctamente, y en muchos casos los humanizan
y no los tratan como perros, frustrándolos.
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